Elisabeth de Puig

Todos los derechos de la Niñez no caen de la mata. Si bien los niños, niñas y adolescentes (NNA), entienden fácilmente el derecho a la educación o a la recreación, sembrar la semilla del derecho a la participación infantil (uno de los cuatro principios fundamentales de la Convención sobre los Derechos del Niño, CDN), es un trabajo  abarcador y de más largo plazo.

El derecho a la participación está destinado a garantizar que los NNA estén en condiciones de formarse un juicio propio, así como el derecho a expresar libremente su opinión sobre las situaciones que le afecten, teniéndose en cuenta las opiniones del niño en función de su edad y madurez (artículo 12, de la Convención de Derechos del Niño de Naciones Unidas, de 1989).

Un programa de participación infantil es una verdadera escuela de vida que debe impulsar el aprendizaje de pautas de convivencia democrática en la infancia y adolescencia basadas en el respeto mutuo, la integración social de la diferencia, la cooperación y la no violencia.

Su meta es de facilitar la participación de  niños, niñas y adolescentes en órganos consultivos a nivel local y estatal, así como diseñar espacios de diálogo entre esta población y las entidades e instituciones públicas, tomando en cuenta que nadie mejor que los interesados para expresar sus  propias necesidades, preocupaciones, emociones e ideas.

Como institución promotora y garante de derechos la Fundación Abriendo Camino (FAC) creó en 2017 un parlamento infantil que incluía todos los miembros de la comunidad educativa y comunitarios. Este exitoso proceso conoció un retroceso durante la pandemia.

No obstante, gracias al proyecto de Save the Children “Gestión Municipal Participativa: Inclusión del enfoque de Derechos de la Niñez en la administración local del Gran Santo Domingo”, que recibió el apoyo técnico y financiero de la Unión Europea, el proceso de formación participativa iniciado en 2018 ha retomado su curso readaptándose a las nuevas circunstancias.

Gracias a la inclusión de la FAC en este proyecto, el proceso participativo  no se ha detenido y llega a culminación con una agenda intensiva. Así, integrantes de esta red de jóvenes fueron recibidos por el presidente del Consejo de Regidores del Distrito Nacional Elias Reynoso, en representación de los NNA de Villas Agrícolas y de otros sectores, donde compartieron su realidad y las soluciones elaboradas mientras otros grupos han realizado propuestas para el ayuntamiento de Santo Domingo Oeste.

Los días 25 y 28 de septiembre más de 600 adolescentes y jóvenes de Villas Agrícolas, Cristo Rey y Manoguayabo elegirán sus representantes infantiles y adolescentes ante las autoridades municipales del Distrito Nacional y de Santo Domingo Oeste.

Tantos los electores como los elegibles han sido beneficiarios durante tres años de una formación tesonera de parte de facilitadores de alto nivel y compromiso. Estas formaciones han tocado también  a los facilitadores y maestros de las comunidades impactadas.

Según Frank Suero, coordinador de juventud de la Fundación Abriendo Camino, “tener todos estos años de preparación ha hecho que los adolescentes han tomado conciencia de las problemáticas. Exhiben coherencia a la hora de hablar y en la realización del plan de acción para que lo dicho se vuelva realidad. Save ha sabido enganchar y trabajar para obtener un resultado notorio”.

Con esta cosecha de jóvenes empoderados y activos se acaba una experiencia pionera que debe dar sus frutos. Debemos velar para que los que  tuvieron el privilegio de participar de esta experiencia se conviertan en agentes multiplicadores.  Así  contribuirán  a la creación de experiencias replicables en otros municipios, promoviendo los valores democráticos de convivencia pacífica y respeto a la diferencia, así como la gobernabilidad y la participación social.

¡Esperamos que de estos espacios  salgan los futuros líderes que tanto anhelamos!